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“La fotografía es un descubrimiento maravilloso, una ciencia que ha atraído a los más grandes intelectos, un arte que excita a las mentes más astutas... Pero lo que no se puede enseñar es a sentir la luz... Es la forma en que la luz incide en un rostro lo que se como artista debe capturar… Debes comunicarte con esa persona, medir sus pensamientos y su propio carácter”

Félix Nadar ​

"Se practica el arte porque se guarda. Se guarda el arte porque se cultiva. Lo que se hizo antes se hace hoy, por instinto. La alquimia es la ciencia que se intuye. Sobre toda sensación que pueda dar forma a los trances del tiempo. Darle lugar. Cuerpo. Materia, imagen. Una vez más, pero no la misma. Bromuro, Colodion, cadmio, amonio, luz sombra, oxidación. Una y otra vez. 

Alfredo Méndez vislumbra en el objeto fotográfico un socorro providencial al tiempo. No su transcurso, más bien sus pliegues, también sus formas. Antes es hoy. Las piedras fuimos nosotros. Las máquinas serán las nuevas piedras. El paisaje que se registra acoge los elementos químicos del método. La inercia del tiempo nos revela este mecanismo. el paisaje nos observa. El rostro humano es habitado por un mineral, también la montaña. De un modo cerrado, el método, la cámara, observador y horizonte, se disparan al mismo tiempo. Alfredo insiste en esta Penumbra para descifrarla en el retrato como paisaje. En la geología como osamenta".

 

Texto Sebastián Escalona

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